Suzy Quatro
La
bajista que nunca pasará de moda:
El mundo de
las cuatro cuerdas puede resultar apasionante, sobre todo cuando uno descubre
(aunque ya está descubierta hace muchos años) a una músico excepcional como es Susan
Kay, más conocida en el mundo artístico como Suzy Quatro, la cantautora
y bajista estadounidense, que hizo las delicias de toda una época, la de los 70’s
donde era difícil destacar (y ella lo consiguió) debido a la calidad de los
artistas.
Con 50
millones de discos vendidos en todo el mundo, la han lanzado a la memoria de
todos nosotros, por eso he decidido sacarla en estas líneas musicales, donde la
música comercial brilla por su ausencia, porque ya tiene bastante publicidad
desde otras partes, mucho más poderosas e importantes que la mía.
Desde los
barrios de Detroit, donde dio sus primeros pasos hasta nuestros días, el viento
se a cansado de golpear ventanas y mover cortinas, pero Suzy Quatro no
se ha movido del sito que le pertenece (corresponde) por méritos propios. Instalada en el Reino
Unido empezó paso a paso su escalada dentro del mundillo, donde las cosas nunca
son fáciles, siendo telonera de Alice Cooper, llegando a colaborar con Chris Norman,
el de la banda Smokie, aquellos que cantaban eso de “Living next door to
Alice", el tío que nunca se decidía a declarar su amor a la vecinita de los
demonios… manda güevos.
Bueno sigamos con lo que nos traemos entre manos y no nos desviemos del tema, tras esa colaboración llegaron a alcanzar el puesto nº4 de ventas en algunos países, aunque en el suyo de nacimiento, al que llaman la gran América (demasiado pomposo) el éxito le seguía siendo esquivo.
Trabajó
junto a Bronski Beat, con algunos componentes de los Kinks y Dr.
Feelgood entre otros, por lo que podemos decir que Susan Key puede presumir
de muchas cosas aunque no haya tenido mogollón de éxitos. Algunos la denominan
la reina del glam rock y su apenas 1,50 metros de estatura eran pura
potencia, como suelo decir, un Pegaso Troner de más de 450 CV. de potencia, que lo daba todo sobre el
escenario, vestida de cuero de arriba abajo llamaba la atención sobre el gran púlpito
en el que actuaba, donde todas las miradas estaban dirigidas a ella, siempre acompañada
de ese bajo, que debido a su estatura parecía que era más grande que ella. No
quiero que se mosqueen conmigo los pequeños, porque servidor es muy poca cosa,
soy “Ritarbeyu, el pequeño guisante”, y hubo una época en que el tupé y
la guitarra abultaban más que yo, que siempre iba al lado de aquellos rockers
que me sacaban un cacho bien grande de altura, pero servidor nunca perdía la
actitud, como la buena de Suzy Quatro. Ella siempre quiso ser ella misma,
ella era Suzy y punto.
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