Kentucky Gumbler

 




El comienzo de una canción


“Un jugador pierde mucho más de lo que gana…”

          Detrás de cada canción siempre hay una historia, algo que le de comienzo, y también hay historias que merecen ser contadas para que no permanezcan en silencio, sin embargo otras muchos deben permanecer para siempre en el mayor de los silencios. Este es el caso de “Kentucky Gambler”, porque cuando la rubia de Tennessee, la archiconocida Dolly Parton, compuso esta canción que fue versioneada por el protagonista de hoy, Merle Haggard se enamoró locamente de la “Reina del Country”, pero no pudo ser, ambos estaban casados, (aunque yo tengo mi propia teoría que no voy a contar aquí) y ‘The Hag’ se quedó con la miel en los labios, hay cosas que no pueden ser…

“En el juego tuve suerte y decidí dejar Kentucky”

           ‘La Reina del Country’ compuso una canción de perdedores, donde un minero de Kentucky, más conocido como “El Estado del Bluegrass” abandona el hogar, esposa e hijos, junto a la famosa ‘Luna Azul’ (hay que ser tonto, pero de remate) para irse a Reno, para ganar unos buenos dineros en el juego, pero el juego al igual que el alcohol es el segundo abrazo del diablo, el gran cabrón siempre está al acecho.

“Esperaba enriquecerme rápidamente”


Merle Haggard, "The Hag"
(Okie from Muskogee)


         En un principio (como suele ocurrir en estos casos) le va bien, la cosa chutaba de narices, y envalentonado cada día decide arriesgarse más, hasta que llega el momento en que uno se queda en pelotas (lo más normal del mundo por idiota) y decide regresar a casa con el rabo entre las piernas. Claro que cuando toma esa gran decisión ya es demasiado tarde, descubriendo que la casa está vacía. Su mujer ha rehecho la vida con otro hombre, y los hijos, han volado con ella.

“En este paraíso la suerte está de mi lado”

       Hay cosas que sí tienen precio, un precio muy alto y unas pérdidas imposibles de recuperar. Esta versión de Haggard fue número uno en las listas de country, pero a pesar de los años, sigue gustando como el primer día, incluso me arriesgo a decir que más.

“No pude o quise marcharme para casa esa noche”

(y la cagaste tío)

 

Nadie te envidia jugador de Kentucky, te dejaste cegar por las luces de neón de Reno, y ahora pagarás las consecuencias...

         Camino con Brusco por los polvorientos caminos del country, dándome cuenta de una cosa, tengo mis defectos, que son muchos, pero jamás me dejaré atrapar por las luces puteras de Reno, ni matar a un hombre a tiros como hizo Cash, porque al final, probablemente, tenga mucho que perder.

“Los sueños de Reno se fueron desvaneciendo y la Dama Suerte te mandó a la mierda. Ahora por gilipollas nadie espera por ti en Kentucky, porque un jugador pierde mucho más de lo que gana…”



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