Kaminarizoku vs Bosozoku

La mayoría de los kaminarizoku, eran de estratos sociales bajos, pandilleros en moto, que se revelaban contra la sociedad en que les tocó vivir. Una sociedad de postguerra a comienzo de la década de los cincuenta. Las “tribus del trueno”, que se asimilaban a los tomboys británicos, pero poco a poco fueron evolucionando a su manera, para convertirse en basozoku.



       Esta tribu son una evolución de los primigenios kaminarizoku, que surgieron en el país del Sol Naciente allá por los años 50´s. Eran como unos rockers ingleses que como es típico en este país se adaptaron a la japonesa, dando siempre su peculiar y particular estilo. Se pasaban por el forro la mayoría, por no decir todas las normas de tráfico habidas y por haber: Se saltaban los semáforos, pasaban olímpicamente de eso que llaman límites de velocidad o ir en plan tortuga, (cuantos más mejor) para entorpecer el tráfico, dicho de otra manera, estos no iban de seminaristas.




        Los bosozoku , que lo podemos traducir como “vehículo que circula o va fuera de control” adaptaron la estética a su manera, a su idiosincrasia, todo al estilo nipón, como suelen hacer en la mayoría de las cosas. Modificaron las parkas inglesas procedentes de los mods, de todo aquello que les pudiera interesar, para ser provocativos y así llamar la atención.

A principios de los 80,´s se reunían (quedadas) como dicen ahora, palabra que no me gusta un güevo para armarla parda. Su actitud provocó accidentes, roturas de cabinas en las autopistas de peaje, lesiones de todo tipo etc. 



 En su mejor época esta “pandi” llegó a la cifra de 42.000 coleguis, y empezaron a llamarles “Yankees”. Iban con uniformes escolares que ellos mismos reformaban. Lo mismo hacían con sus motos, tuneándolas cada uno conforme a su personalidad. Siendo demasiado cantosas para la vista de uno, (por lo menos para mi gusto), como por ejemplo poner guardabarros recortado, respaldos muy bestiales, carenados gigantes, llegando incluso a convertir los tubos de escape poderosamente ruidosos en verdaderos megáfonos, y las motos muy, pero que muy coloridas .



Se convirtieron, por el camino que llevaban en verdaderos delincuentes, muy organizados. Algunos de sus miembros pertenecían a la Yakuza, “mafia japonesa”. Al actuar la policía contra ellos tuvieron demasiadas bajas en sus filas, por lo que el número de bosozoku disminuyó, dedicándose más bien al mundo del tuning, siendo más una tribu que un movimiento de protesta.

          

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