Historias de Gijón: "Con y pan y mantequilla"




 O tal vez podríamos decir: "Tocándose los güevos".

    Un domingo en un mes de esos perdidos en el calendario. Un domingo lluvioso y frío, un domingo marcado en el santoral para quedarse en casa sin hacer absolutamente nada. Pero es un domingo en el cual hay que comprar el pan, pa´ayudarse con el en la comida. Una comida primitiva, con esto de primitiva quiero decir de cuchara y tenedor. Una comida como dios manda, nada de modernidades, postureos y maniqueos tan de moda. Una comida como tiene que ser.




     Raudo y veloz, bastón en mano voy camino de comprar el tal codiciado pan, entro en una franquicia de moda panificadora, en donde puedes comprar el cereal a un módico precio y de unas "cuantas especies" molonas. Camino de casa los paisanos están a la puerta de los bares, ya no llueve y es el descanso del fútbol dominguero al medio día. Por lo que veo a algunos de ellos el vinoteo le afecta más de la cuenta. Se acerca la hora del pijoteo y de las grandes chorradas. Hay un grupito de sesentones muy animado, bastante pasado de rosca y presumiendo de machura (vamos, ya me entendéis), de lo macho que es uno en casa, sin olvidarse de lo grande que tienen la pirula, gran conversación si señor, mañana la bolsa tendrá un batacazo de cojones (pienso para mis adentros), bueno prosigo para no salirme del tema...



     Uno de ellos, con el pelo bastante encanecido y con la nariz más roja que todo el partido comunista juntos mira el reloj, está un poco nervioso: "Ye la hora ho, tengo que dirme pa´ casa". El descojone de algunos de sus colegas es completo. "Que ye paisanu, ¿perdisti los güevos y tienes miedo a que te riña la muyer?" Ofendido levanta la cabeza, se da la vuelta y sonríe al bocazas de turno, que con esa frase daba a entender que el en casa mandaba mucho y tenía los güevos muy grandes. Mira "jodelagranputa", y mirando para toda la parroquia que en esos instantes pasábamos por ahí, en plena acera, bastante amplia vamos a dejarlo claro, y con varios transeúntes, entre los que incluiremos niños pequeños, va y se mete la mano en la bragueta, bajándose antes la cremallera, saca la churra con la que vino al mundo y meneandosela dice a voz en grito, como un trovador en tiempos antiguos, pasando a decir una de esas frases que podían pasar a la historia de la civilización por la gran profundidad de la misma.

"Esta que veis aquí se corta y unta con pan y mantequilla, pero solo cuando yo lo diga y mande. Estos son güevos y no de lo que presumís vosotros".




    Guardando su artefacto en el lugar primigenio, se vuelve dar media vuelta, y cuando llega a mi altura con sorna me mira y dice: "Voy para mi casa chaval, porque yo como y hago lo que me sale de los huevos". Creo que la humanidad se ha perdido un gran hombre, que en esos momentos, camino de su chabolo permanece en el anonimato de los tiempos, cuando podía ser reconocido por todos en cualquier punto del mundo. En fín así son los tiempos.



Comentarios

  1. Menos mal que ya vuelves por tus fueros carapijo...solo "rock and roll", aunque no me gusta nada esa mierda de video que has puesto de con las manos en la masa.

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  2. Como el blog es mío fenómeno pongo lo que me sale del tupé, ¿no me acusáis de ser un poco eclèptico?, pues he aquí una pequeña muestra, y por último ¡viva Gijón que es mi city!

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  3. Para toda es inmensa minoría amantes del rockandroll y de mi blog, comentaros que Ritarbeyu seguirá siendo Ritarbeyu, y que colgaré historias, narraciones y grupos musicales tal y como me encuentre en ese momento, "cagonlahostiaputa". Edwardians never die!!! We are the patriots, thanks God I´m a Ted.

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    1. Me respondo a mí mismo, he querido decir "esa inmensa minoría..."

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