Grahan Fenton

 

Grahan Fenton

 

Largo de bourbon por favor.

 

When you ask about love

            

   Hoy he abandonado mis ‘polvorientos caminos del country’ para hacer un pequeño homenaje al protagonista de la entrada de hoy, Grahan Fenton. Uno de los personajes más conocidos del mundillo ‘rockabilly, y miembro del grupo Matchbox, una de las formaciones (digamos) más estables del maldito rocking rolling, e icono de referencia para muchos de nosotros, que junto a Cavan Grogan, ‘Flying Saucers’ y The Shakin’  Pyramids entre otros (por lo menos en mi caso, luego vinieron muchos más) nos hizo pasar muy buenos momentos en aquellos tiempos, donde vivíamos la juventud de forma intensa, con alguna que otra pelea contra los mods y heavys del lugar (Gijón), instantes que nunca volverán pero que permanecerán bien nítidos en nuestra memoria.

   Muchos años atrás, una parte de la letra de “Rockabilly Rebel” se mantuvo inalterable en la cabecera y en el scroll de este ‘abandonado’ blog, silenciosa cartelera que muy a mi pesar no quisiera abandonar.

I'm a rockabilly rebel from head to toe
I gotta keep a-rockin' everywhere I go
Everybody join us, we're good company
Be a real cool cat, be a rockabilly rebel like me

  Ellos son parte importante (malditos culpables) del revival del rockabilly inglés en la maravillosa época de los 70,s, y que yo un orgulloso Teddy Boy, que va entrando en años que se mantiene firme en sus ideas divulga esta música siempre que puede. Grahan Fenton, vocalista principal de los ‘Matchbox’ tenía que pasar por estas líneas sí o sí.

   Los Hellriders, una de las primeras formaciones de las que formó parte en sus tiempos de juventud ya quedó atrás, al igual que los Housesshakers. El cielo del rockandroll recibe con los brazos abiertos a este singular personaje, que ante todo era muy buena persona, y que yo, pobre mortal pude disfrutar de sus actuaciones en directo tres veces.

   Lamentablemente para nosotros, no así para los ángeles el cielo se va llenando de tupés para organizar una fiesta detrás de otra. Mientras tanto nosotros en este mundo terrenal tan solo nos queda una cosa, seguir disfrutando de la música que más nos gusta hasta que tengamos que abandonar este derruido edificio en el cual vivimos.