Sleepy LaBeef
Camino
de Smackover (Arkansas)
Hace mucho, mucho tiempo que no me
acercaba por aquí, el cansancio, el poco interés de la gente por una cultura y
una música que prácticamente morirá con nosotros, y la dedicación a mi próximo
libro, junto al otro blog que administro, hizo que abandonara todo esto, pero el fallecimiento de uno de
los míticos, uno de los grandes ha hecho que me calzara mis viejas botas,
quitase la correa a Oso mi viejo
border collie vagabundo que siempre me acompaña en todas mis aventuras,
abandonase mi tiny house de Austin, para recorrer de nuevo ‘los polvorientos caminos del country’.
Todo
tiene una explicación…
Casi cuarenta años atrás yo me
encontraba en el viejo Hospital Universitario de Asturias con toda la espalda
recompuesta, me habían abierto en canal para colocarme unas varillas, barras
más bien que no sirvieron para nada, mi pobre madre recientemente fallecida
para animarme me llevaba cintas de música, aquellos viejos casetes que ahora
han pasado a la historia con todos aquellos cantantes y grupos que más me
gustaban, era como una especie de rehabilitación, y entre ellos estaban
Machtbox, Rocky Sharpe and the Replays y sobre todo Sleepy LaBeef que además
era uno de los predilectos de mi madre ‘porque
era de sus tiempos’. Ella al final es una de las culpables que este ‘maldito rockabilly que tanto me descojona la
cabeza’ esté en mi vida junto con los libros, cuanto más viejos mejor.
Rock & roll Ruby
El de Arkansas marcó una de las
mejores épocas de mi vida, porque su música y su estilo caló en mucha gente de
mi generación. Es todo un clásico, ya que fue criado en una granja donde se
cultivaba algodón. Entre nuestro grupo de amigos siempre teníamos un sueño,
acercarnos a una de estas grandes granjas
y buscar en la plantación a un anciano negro, y entre trago y trago de bourbon
barato se hiciese amigo tuyo, para
enseñarte todos los trucos posibles con su vieja guitarra, y que tocases blues
de ‘puta madre’ para admiración de todo el mundo.
Long tall texan
El hombre
de “el ojo vago’, de ahí su apodo
vino a vivir a mi querida Texas, el estado
de la estrella solitaria, concretamente a Houston y aprendió a tocar la
guitarra, además le gustaba George Jones (The Possum), es decir la zarigüeya y
el gran Bill Monroe, aquel que cantó a la luna azul de Kentucky. Luego como
muchas veces sucede se marchó a Nashville y comenzaron los éxitos, esperándole una
larga carrera donde día a día y con mucho esfuerzo fue ganándose esos miles de
seguidores siempre afines que ahora lamentamos su muerte. Ahora sí que le
podemos decir “Bebe y vete a casa” porque está en el cielo del rocking rolling.
Todos cantaremos a nuestra chica una ‘balada de reina adolescente’ para
que siempre nos recuerde. Sí voy camino de Arkansas cagonlaputa, el estado de los indios quapaw porque quiero volver a
una parte de mis recuerdos, y “porque no quiero poner mi guitarra
boca abajo”.
Hello Josephine & Boogie Woggie
(Sala 'Universal' en Madrid - 1992)
Pero aún sigues vivo truan
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