Johnny Duncan (John Franklin)

¿Sigues trabajando en la fábrica?
Sí, supongo que seguiré allí hasta que me muera...
¿Pensamos en una cita?
(Thinkin' of a rendezvous)


    Muchas veces me pregunto si merece la pena seguir caminando por estos "sinuosos y polvorientos caminos del country", donde solo parece hacerme caso mi viejo, solitario y vagabundo perro 'Oso', ese border collie que un día me encontré por esas veredas de mi querida Texas, que siempre me espera para que regrese de un momento a otro, pero soy tan solitario como su solitaria estrella..., pero hay algo en mi interior que me dice que debo seguir hasta el final de este camino que es infinito, seguir destrozando botas, zapatos y su puñetera madre por estas "baldosas amarillas" que me llevarán hacia alguna/ninguna parte.


'Rockabilly  baby'

    Después de acabar con todo mi diccionario de maldiciones, tacos, cagamientos y demás hostias llego a la ciudad de  Dublin en Texas, pues el camino de siempre me hace retornar al estado de "La Estrella Solitaria". En esta ciudad nació Johnny Duncan, nuestro personaje de hoy que desde bien temprano, cuando no levantaba casi un palmo del suelo tenía bien claro que quería ser cantante, y que no se debería despegar de su guitarra. Toda una familia de éxito, recordemos que es primo de otros dos buenos country man: Dan y Jimmy Seals.

Thinkin' of a rendezvous

     Este hombre con apellido de pararrayos o de frigorífico mamó el country desde bien temprano gracias a su madre, que le enseñó a tocar la guitarra a la edad de doce años. Como decía una popular serie americana que triunfó en nuestro país, la fama cuesta, y vaya si le costó llegar a eso que llaman cumbre, ser conocido, que te escuchen y que te compren el 'puto disco' de las narices, que el pincha vinilos de turno haga bailar tus canciones bajo la aguja de sus temblorosos dedos... Todo esto llegó a los veinticinco años, tarde, muy tarde.

Stranger

     Todo lo que sube baja, y bajó, discrepancias con la discográfica, otro tipo de rollos, que se yo, hay muchas milongas que no me suelo creer, no solo en este mundo, si no también en el resto de mundos que rodean nuestra vida diaria. Al final, recorrió de vuelta a su Texas natal siguiendo ese camino de "baldosas amarillas" que todos ( o al menos algunos) buscamos, y se centró en su familia.

'Last train to San Fernando'
(Algunos dicen que esto es skiffle, pero yo no estoy para polémicas...)


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