Historias de Gijón: "El controlador de la O.R.A."
Celestino Ruidobra, alias
“Tinu Chancleta” era conocido en todo
el barrio por su afabilidad. Mayor de 50 años llevaba una gran temporada en el
paro, y un día la diosa Fortuna tocó al timbre de su puerta, llamándole para
ocupar un puesto de controlador de la puñetera O.R.A. en una zona cercana a su
querido barrio.
Como era de esperar “El
Chancleta” se hizo muy popular, en especial por los usuarios de la dichosa
zona azul, donde hablando mal y bien era el “putu amu”, por los berríos que daba tanto a diestra como a
siniestra, y esto no era debido a que el fulano estuviera siempre enfadado, ni
tampoco que estuviera más sordo que una tapia, o que le importase tres cojones
despertar a todo la gente por la mañana. No, no era eso, simplemente era que
Tinu solo sabía hablar a voces, y todo el mundo comentaba que se encontraban ante una buena persona, de
eso no les cabía ninguna duda.
Cierto día paseando por su querida zona, aquella que tenía
asignada casi de por vida hasta su final laboral, se encontró con un lejano pariente
y esto fue lo que pasó. Naturalmente yo estaba muy cerca de allí, pudiendo
escuchar la conversación, que no me ha sido transmitida mediante terceras
personas, por tanto estos hechos no están tergiversados.
¡“Cagonlahostia”
Chancleta! ¿Qué haces vestido de esa facha paisanu?, pareces un soldaducu de
los de antes el día de su jura de bandera. Tinu se hinchó como un bicho en
tiempo de celo e intentando enseñar una cola que no tenía, y estirándose más que
un gallo cantarín por la mañana vociferó las siguientes palabras:
-Ye que llamáronme pa´trabayar en la
O.R.A, y no les voy a decir que no, facíame falta trabayar, asina como estoy
entretenido no doy muchu la guerra a mi muyer. –Oye, ¿ye complicau todo lo que
tienes que facer?-. No hay que sudar mucho la camiseta, ni tar doblando el
chombu (el lomo) tol día, y la gente ye buena conmigo, ya me conoz, no tengo ninguna necesidá de engarrame
(enfadarse) con ellos ho. ¡Toi muy contento tú! -.
Pero que ropes más guapes lleves Tinu, brilles más que el
puticlub de la carreterona anunciando noches de verbena y sensualidá, relumbrando
a todo dios, pa´ que se vea a kilómetros
onde tá situau. -¿Gústate ho? Pues abriguen la de su madre-. Quitándose el
fosforito anorak se lo enseñó a su amigo, que no salía de su asombro, y yo creo
que esto no era debido a las hermosas ropas del controlador, sino más bien por
ver al burru de “Tinu Chancleta” trabajando. –Continúo con la
historia -. Mira ho, no ye reversible pero tá tou cheno (lleno) de borreguillo
pa´ que nun pase friu, asín nun se me escarabaya el pellellu, y se lo da al
flipado del tipo, que se lo coge sin saber qué hacer. –Ahora voy a enseñáte el
jersey, que debe tener por lo menos dos centímetros de grosor, sudu la de “suputísimamadre”, cuando me lo pongo
agarro una calentísima de la virxen, se quita el jersey sin ningún pudor, y
vuelve a tirárselo al coleguita, que ahora sí que no salía de su
atolondramiento. “Tinu Chancleta”
parecía un actor porno quitándose la ropa pouco a pouco.
Así se quedó “El Chancleta” a camiseta pelada, en pleno mes
de Enero, sin ningún pudor y ante las miradas de todo el mundo que a él,
hablando en plata le importaban una mierda. Finalmente no se quitó los
pantalones pero faltó poco. -Y les botes, Xuan que me dices de les botes, son
cojonudes, con esto puedo dir a coger
merucus pa´pescar y quédome tan panchu oh -. Se quitó también las botas y se
quedó descalzo, con unos calcetines tan “gochus”
que daba vergüenza mirarlos, y con el dedo gordo izquierdo saliendo a ver cómo
era el mundo.
“Chancleta” que se te ve la dea. –“Pues a mí no
me da vergüenza que se me vea ho. Sería mucho peor que ahora mismo se me
cayeran los pantalones pa´onde los pies, y viéranseme los güevos, porque nun chevo
(llevo) canconcillos (calzoncillos), entonces eso sí que sería grave” -. Hay
cosas que nunca cambiarán, y “El
Chancleta” no estaba para esas cosas, porque si eso sucede el mundo sí que
entraría en un caos total.
Comentarios
Publicar un comentario