El bolero de Ravel

                                  

Con su dedo pulgar se alisó ambos lados del bigote, primero el lado izquierdo, después el derecho. Acto seguido, se aflojó la corbata multicolor, regalo de su extraña pareja,  que alguno podía considerar hortera. Mirando a sus oponentes rió de mala gana, mostrando tres dientes cariados y un olor a tabaco barato. Se colocó los genitales muy teatralmente, de forma cansina les dirigió una vulgar advertencia: - Ahora vais a comprobar por qué nadie toca la verga a Johnny Cansino.- Los innumerables surcos de su cara desaparecieron al instante, y, un místico arrobamiento le invadió por completo.

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         No le daba nada mal a la guitarra, cantaba como los ángeles y era el puto amo con la navaja, además, pese a su poco agraciado rostro, se le daba muy bien engatusar a las chamacas, pero había algo en donde de verdad era el rey, y ahora lo iba a demostrar.

En sus ojos ningún aire de revancha. Cogió el palo de billar como si abrazase a una de sus mejores amantes, y con un golpe delicado, de maestría sonora, la bola de número borroso entró en su debido lugar a un ritmo cadencioso. Saludó a los perdedores, y, calándose un anticuado sombrero,  acabó con las palabras: La música ha terminado”.  






Dedicado a todos aquellos amantes del rockabilly, por que se han dejado "robar su corazón", no importa el país, religión, ni tendencia sexual, tan solo son amantes del ...auténtico"rocking rolling", salud brothers, Rocking On.

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