Alley Cats

   
Alley Cats

   Teddy Boy Federation & Teddy Boy Nation
  
          Ya estamos en “Sanfermines”, se acerca la grandísima descarga del Carmen en Cangas del Narcea, y luego rematarlo con el 4º Big Rumble, excelentemente organizado por nuestro amigos pravianos. Pero me he puesto melancólico, acordándome de todas nuestras santas madres, cuando llegaba el sábado y nos íbamos bien maqueados de arriba a abajo de rocking wekender por la ciudad,  pensaban que todos nos convertiríamos en unos auténticos delincuentes juveniles.



(Yo no soy un delincuente juvenil)

            En el Instituto, toda la “caterva de profes”, cuando nos veían con el tupé, y nuestras primeras patillas, también creían que éramos unos macarras. Cuando llevábamos nuestros vinilos bajo el brazo, para dirigirnos al pub o a la disco por donde normalmente parábamos,  y el chulo de turno nos quería ahostiar, marchaba para su casa con la cara bien marcada, por el “par de cañonazos” que le venían encima por pasarse de listo. Los Coyotes daban sus primeros aullidos, y nosotros decidimos convertirnos en Alley Cats (unos gatos callejeros), porque teníamos el veneno del Gran Gato metido en la piel. Pasado el tiempo, tenemos menos vidas, los bigotes más blancos, muchos callejones recorridos y las pezuñas gastadas, pero seguimos disfrutando de los grandes momentos como nunca, de la buena compañía y saboreando a pequeños sorbos la vida, mientras nuestros pequeños cachorros crecen a nuestro alrededor.



 Los Coyotes
(Líos en el cine)
                       
            Unos Alley Cats, unos auténticos gatos callejeros, en busca de un buen tejado, un oscuro callejón y alguna que otra aventura nocturna que recorrer. Mi santa madre, mi buena madre, unos treinta años atrás, cuando solitario y jodido en la habitación del hospital donde me encontraba, con la espalda partida y reconstruida, maullaba de dolor, viendo mis gustos musicales, tuvo la gran idea de llevarme dos cassettes, uno a mis queridos Matchbox,(los rebeldes del rockabilly), donde estaba una gran canción “Three Alley Cats”, y a uno de los gordos del rock and roll, el "Big" Sleepy La Beef, con las que el gato voló…, olvidándose  de su dolor. He perdido muchos trenes y conocido “nosecuantas” estaciones, pero el rockabilly nunca se ha ido de mi vida.


Matchbox
(Three Alley Cats) 

            Las etiquetas son para los botes y las latas de cerveza, de tomate, y de todas esas hostias de productos que compramos en cualquier establecimiento o centro comercial…, es verdad que para que haya bronca necesariamente tienen que estar dos, y “dos no riñen si uno no quiere”, pero he tenido y tengo amigos y conocidos de todos los palos,  punkies, heavys, mods, ¡¡nunca hubo nada!!, les puede gustar Sorolla, Murillo, la física cuántica, coleccionar silogismos  o cualquier tocho de libro igual que a mí, por eso no hemos de meternos un “patadón en los güevos”, comportándonos como verdaderos cavernícolas.


Fotografía cedida por Fotolia

            Como buen gato retorno a mi agujero, donde me espera mi camada, me arrullaré con todos ellos, y juntos maullaremos alguna vieja canción, que bajo la luz de luna, nos haga olvidar nuestros problemas. En la madrugada, cuando ellos duermen, yo miro y disfruto.
            En "La Perla del Cantábrico", hoy dos carátulas de discos, ¡¡vuelve el doo wop!!, una verdadera pasada, pues hay gente que rockanrolea muy bien, donde todos se ponen a bailar, para vivir esos grandes momentos. Rock 'N' Roll Is Here To Stay.
              



                                                              
Five Satins - In the Still of the Night

Danny & the Juniors
(At the hop)

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Va de culos - parte 2

Va de culos - parte 3

Johnny Duncan: Skiffle

Dick Dale: El rey de la guitarra surfera