Tayozoku.
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Tras esta extraña palabra, un poco impronunciable al principio se
esconde el grupo de jóvenes cuyo estilo
puede ser comparable ¿…? a los Teddy Boys
británicos. El significado de la palabra japonesa Tayozoku es “tribus del sol” o también “razas del
sol”.
Se les
distinguía por sus pantalones holgados, sus camisas hawaianas, las gafas de sol
y un característico corte de pelo (al rape), al que llamaron Shintaro-gari,
catalogándolos como una parte rebelde de
la juventud nipona.
Como en
la mayoría de los países que sufrieron la “Gran
Guerra”, en los jóvenes surgió una
época de cambios digamos que radicales en cuanto a sus costumbres,
comportamientos y forma de ver la vida, y claro está la juventud japonesa no se quedó atrás,
reivindicando una transformación en sus conductas, con lo que los valores de
una sociedad tan conservadora como la nipona veía como sus férreos cimientos
eran dinamitados desde la base.
En 1955
Shintaro Ishihara publica “Estaciones en
el sol”, convirtiéndose en un referente juvenil. En su novela un grupo de
jóvenes se lo pasa cojonudamente a
base de darle finamente a la bebida, ligando con todo lo que se les pone a
tiro, presumiendo de buenas motos y buenos descapotables, volver a beber lo
sobrante del club de jazz, darse de hostias, para luego navegar en unos bonitos
barcos, viendo como amanece en la bahía. Gilipollas de turno con buenos dineros
en el bolso a base del trabajo de papa, con ese sudor ajeno del cual pasan
olímpicamente. Mucho sexo, mucha violencia, mucha madre que los parió…, eso no
es rock and roll, por lo menos
para mí.
Me fastidia un montón cuando algún crítico compara a
los Tayozoku, con los Teddy Boys, de
ahí mis interrogaciones del principio. Yo soy un Ted. (Thanks God I´m a Ted). Ellos son un movimiento de rebeldía más, y
punto. Es un agravio comparativo decir que son el equivalente a los Teds
británicos y en su defecto a los del
resto del planeta, pero del “dicho al hecho hay un trecho”.
La película protagonizada por James Dean
(Rebelde sin causa) hizo estragos en
la época, al igual que hoy día, sigue siendo una cinta por la que el tiempo
nunca pasará, y seguirá siendo un referente para muchas generaciones, además en
Japón también gustó lo suyo. Por tanto sigo sin ver a los Tayozokus como verdaderos rockers o teddy boys, aunque quieran
meterlos a todos dentro de la misma saca.
Entre tanto zoku, esta terminación es utilizada para llamar a todas aquellas
personas que estén dentro de alguna “tribu urbana”, me siento más representado
y atraído por los “rockabirizoku” – los
seguidores de la música rockabilly y de los “Kaminarizoku” – motoristas del trueno. Si queréis meterme en un
apuro y me decís con quien me gustaría tener una buena bronca en Japón, no lo
dudaría un solo momento, con los “Saikezoku”
(los amantes de la psicodelia).
Kaminarizoku
gaijinrider.altervista.org
gaijinrider.altervista.org
En fin, se que esta entrada me buscará
algún disgusto, en especial por las lejanas tierras del “Sol Naciente”, pero en
Japón predominan tanto los rockers como los teddy boys, que los hay muy buenos,
que se esfuerzan por sacar esta cultura adelante. Sí he dicho bien, cultura,
porque también me fastidia un montón que a cierto tipo de cosas la sigan
llamando subcultura. Yo no me considero que forme parte de cualquier
subcultura, además y ahora voy a romper una lanza por ellos los “Tayozokus” son y serán una parte
importante de la cultura japonesa, que tuvo su momento, contribuyendo a “sacar”
adelante la tan iconoclasta escena artística oriental en el mundo.
Los “Tayozokus”
cambiaron su universo. Hoy día en estos tiempos de crisis que nos toca
vivir es un buen momento para intentar
cambiarlo, para poner patas arriba este globo terráqueo de las narices, ¿lo
estamos cambiando o no nos cambia el a
nosotros?
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